Confesión en el diván

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Acomodada en el diván, pensando, que  comodidad quitarse los zapatos, flexione la rodillas y cruce los tobillos. La Señora Pensamientos tenia puesto el aire acondicionado en la consulta, había conseguido la temperatura perfecta;
-Buenas tardes Ana ¿Cómo estás?- lo dijo sin hacer ningún movimiento.
Mire a la mujer que tenía delante, de sesenta y tantos, piel blanca y cara redonda, gafas de pasta y gesto severo. Siempre me he preguntado si va con la profesión o se aprende con el tiempo, la veía desde hace tres semanas, esta era la cuarta sesión, me sentía a gusto, cómoda, eso estaba haciendo que abriera mi yo más profundo;
-bien, he tenido un buen comienzo de semana.- dije acomodándome un poco más.
-¿alguna recaída de autoestima?
-siempre.- esa contestación le hizo levantar la cabeza de lo que escribía, me miro, bajando las gafas por debajo de los ojos.
-Ana, esto ya lo hemos hablado.
-tranquila doctora, solo quería si me escuchaba.- sonreí.
-yo no estoy muy segura eso.- dijo con una mueca parecida a una sonrisa.- pero tienes que priorizar en ti.
-lo sé, la costumbre, priorizar el bienestar del resto.
-pero ¿Qué te hace feliz a ti? ¿tú que quieres que necesitas?
-se lo que me va a decir, pero a mí me hace feliz eso, dar, hacer feliz a mi gente me hace feliz a mí, hasta que aparece la frustración, porque la vida no me devuelve a mi lo que yo doy desde hace mucho tiempo.
-Ana, yo no te recrimino que quieras hacer feliz a tu gente, lo malo que tiene eso es que a veces sacrificas tu propia felicidad, tu tiempo, tu espacio por ellos y lo haces de una forma que el resto no percibe, la frustración llega cuando los demás no lo perciben o valoran porque no lo saben, no son adivinos Ana, son humanos, tú y ellos, ellos y tu cometéis errores, tienes que dejar que los demás se involucren en tu vida, tienes que pedir ayuda cuando la necesitas, si no saben que estas mal y que necesitas un abrazo, un café, un beso apasionado…
-vaya doctora ha tardado en sacar el tema, veinte minutos.
-te repito Ana ¿qué te hace feliz a ti, que necesitas?
-estar con él, le necesito a él.-sonreí con cierta tristeza.- si también necesitaba hacerle feliz a él, aunque la mayoría de las veces no me dejara.
Canalizar, quizá todo el mundo seriamos más felices si yo me preocupara de ser feliz y cuando no interfiera con mi vida,  ayudar, aportar, dar, dejar que la gente, viva su vida, sin inmiscuirme, dejar vivir, sin esperar nada…

Luna Soler

Luna Soler

Escritora

Soy Luna Soler. Una escritora novel con muchas inquietudes y muchas cosas que contar, algo tímida, inconformista y soñadora empedernida. Como mi nombre indica: luna y sol, sol y luna. Contraste en estado puro.

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