Después de darme una ducha, me pasee un poco por la habitación,
observando sus cosas, sé que no está bien cotillear, pero tenía que ver cómo era ahora el chico que conocí
en la universidad, mire su ropa, elegante y de buena calidad, se podía pensar
que ganaba mucho dinero, en el baño las cosas estaban ordenadas, pero también podía
haberlo hecho porque estaba yo, encima
de una mesa que utilizaba como despacho, había dejado lo que parecían sus
tarjetas de visita y un maletín.
Me resistía un poco abrirlo, a mi hombre de hielo, no le gustaría
que hurgara en su trabajo, era muy reservado. Probaría a abrirlo y si tenía
seguridad seria la señal para dejarlo como estaba, me hizo gracia que me
hubiera venido a la memoria el mote que le tenían, Ice, hombre de hielo, nunca
lo entendí, la gente le describía como un chico frio, sin sentimientos,
distante, conmigo se abría por completo, hablábamos de todo y podía saber
lo que pensaba y sentía sobre cualquier cosa. Me miraba en sus ojos y el en los
míos hasta que se cruzó Elena. Supo engatusarlo, utilizándome a mí, para llevárselo
a su terreno, yo tan inocente se lo puse muy fácil apartándome de Javier por
celos y decepción.
Agradecí mucho cuando ambos se marcharon a New york y
desaparecieron de mi vida, pero nunca le
olvide y ahora, mi Ice vuelve a mi vida.
El maletín se abrió sin resistencia, papeles de la empresa,
presentaciones, memorias para el portátil, su pasaporte, lo saque del departamento,
por la curiosidad de ver la foto que tenía,
al abrirlo cayo una polaroid, que debía de estar en el mismo compartimento que
el pasaporte, mi corazón se cayó a los pies al verla, eran ellos dos, estaban
en una playa, la foto era relativamente antigua, se les veía felices y
sonrientes, se veía complicidad, no entendía nada. ¿Estarían casados? ¿Se habría
acostado conmigo, estando con ella? No guardas
la foto de una ex en un maletín que llevas contigo en un viaje de negocios, seré
gilipollas.
Me marche de la habitación sin más, dejando el maletín
abierto y la foto encima de sus documentos, sobre las dos de la tarde comencé a
recibir un sinfín de llamadas de Ice, algo más tarde se unió mi amiga, imagino que
animada por él y a la vez también
preocupada por mí, no tenía ganas de responder a ninguno de los dos por el
momento, no soy de las no les gusta hablar las cosas, necesito hablar y
aclararlo todo punto por punto y más cuando recibí un mail de mi jefa, diciéndome
que teníamos que trabajar contra reloj para presentar una campaña de publicidad
a una empresa extrajera, debían de haberlo intentado con otras empresas de
publicidad pero no les había gustado, cuando vi el logo , lo recordé al
instante de los papeles de Ice, mierda, teníamos una reunión con el esa misma
tarde.
Se acabaron mis tres días libres ¿sabría el que yo trabajaba
en esa empresa? Me calce mi mejor traje,
se ceñía a mi cuerpo, dando una imagen profesional y sexy, subida en unos
tacones me dirigí al despacho.
Me dirigí a la sala de juntas, él ya estaba allí, hablando
con mi jefa, el muy capullo sabía que trabajaba allí, no se extrañó al verme,
es más sonreía triunfal con su sonrisa de Ice men, como no nos habían dado
tiempo para preparar la campaña, las ideas que le íbamos a proponer se basarían
en campañas echas para otros productos, necesitaba ir a mi despacho para pensar
en lo que podía utilizar, para
visualizar como trabajábamos, viéndolos a los dos muy entretenidos, decidí excusarme
pasa ir a mi despacho.
A los quince minutos, cuando ya tenía varias ideas que poder
presentar, estaba recogiéndolas de la mesa e iba a salir por la puerta, cuando
le vi a él delante de mi despacho;
-¿Qué quieres? Ya iba ahora a la sala de juntas
-¿Por qué no me coges el teléfono?- dijo empujándome hacia
dentro.- habíamos quedado para comer.
-¿no resulta obvio?-dije observando cómo me quitaba los
papeles de las manos, para dejarlos en la mesa, cerraba la puerta del despacho obligándome
a retroceder, quedando apoyada en la pared.
-Elena y yo ya no estamos juntos, hace tanto tiempo que ni
lo recuerdo, ni siquiera sabía que esa foto estaba ahí, siempre hemos podido
hablar, porque no querías hablar conmigo, no me puedes dejar así sin darme
ninguna explicación, ahora que vuelvo a tenerte en mi vida.
-pensaba hablarlo, pero cuando me has llamado no quería, no me puedes obligar hablarlo cuando tú
quieras.
-eso es muy infantil por tu parte, esta noche cenaras
conmigo y aclararemos esto.- iba a protestar, cuando añadió.- no admito un no
por respuesta.- y ahora voy hacer algo que llevo deseando hacer desde que
entraste por la puerta de la sala de juntas, tiene que ser rápido, tu jefa
piensa que estoy en el baño.
Se acercó a mí, viendo que me iba a besar me quede inmóvil,
incapaz de negarme y de tener ningún tipo
de reacción, él era más alto que yo, esperando resistencia, cayo a plomo sobre
mi boca, primero saboreándola, haciendo que mi estómago se estrujara de
necesidad, para luego devorarme por completo, dejándome sin aliento.
-tu colocas mi mundo.- dijo en un susurro mientras me
agarraba de la mano salíamos del despacho.
-espera me dejo la documentación.- cogí los papeles de la
mesa y volví a salir mientras intentaba recomponerme.
Continuara…
Luna Soler
Luna, espero la tercera parte.
ResponderEliminaresta muyy bonita la historia.