Le sentía en la cocina, poniendo la cena en platos, me había
mandado a la ducha caliente en cuanto me vio entrar por la puerta, mi cara decía
que había tenido un día duro.
Mientras enjabonaba mi melena, el agua caliente iba
relajando mi cuerpo, me cepille el cabello sin molestarme en secarlo, camiseta
de tirantes blanca, las braguitas y unos vaqueros viejos, descalza me dirijo a
la cocina;
-¿mejor?-me da un suave beso en los labios.
-sí, que bien huele.-digo haciendo girar el cuello, para
relajarme aún más.- ¿me lees el pensamiento?
Mirándome directamente a los ojos, me detalla los platos de
comida india humeante;
-Biryani , Momo, Uttapam.- y yo le vi de soslayo meter dos mini tarrinas de chocolate y brownie.
-tantos mimos, tiene algún mensaje oculto…
-noo.- dijo con dulzura, cogiéndome por la cintura me acerco
a la mesa.
-¿sentimiento de culpabilidad por haber estado casi un mes
fuera de casa, haciendo fotos? Y encima ayer primer día que estas en casa, te
vas a cenar con tu jefe, ¿me equivoco?-cogiendo su
cara entre mis manos, le beso los labios, catando el sabor que las especias
indias habían dejado.-sé que eres reportero de guerra, sé que es tu vida y me
encanta tu trabajo, me da terror los peligro que corres, pero igual que tu no
cuestionas las horas que dedico a mi trabajo, yo no puedo cuestionar el tuyo,
te quiero y te quiero por todo lo que eres.- volví a besarle, esta vez el me devolvió
el beso.
-eres increíble, doy gracias todos los días, porque estés en
mi vida, te quiero.
Cenamos entre las historias de sus viajes, omitiendo los
graves riesgos que podía haber corrido, mis quebraderos de cabeza con mi jefa y
nuestra rivalidad.
Cogimos los helados y nos acercamos al sofá, portátil en
mano para ver las fotos turísticas, de los lugares que había visitado. Después de
un par de horas estábamos casi dormidos, mientras yo me cepillo los dientes, él
quita el edredón y coloca las almohadas en el centro de la cama, cuando salgo
del baño, me lo encuentro dentro de la cama, con los pantalones del pijama y
sin camiseta, me quite los vaqueros y me acerque a él, tapándome con la sabana
y la colcha, apoye la cabeza en su pecho, apago la luz, con mi dedo dibujo las
formas de su pecho, mientras el acariciaba mi pelo, me dio un beso en la
frente.
Luna Soler
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