-¿Entonces que hacemos?
- El amor.
-¿Seguro?
-Si
-Bien , me voy desnudando.
-¿Y para qué te quitas la ropa?
-Pues para hacerlo.
-¿Quien te dijo que tienes que hacer eso para hacer el amor?
- Pues que yo sepa se hace así.
- No, eso no es amor. Es posesión.
- ¿Y como se hace?
-Sólo déjate puesta la ropa y hablemos hasta cansarnos, hasta intentar descifrarnos, hasta saber todas tus memorias, hasta saber nuestros hondos secretos, hasta deleitarme con verte, hasta que estos ojos se cansen y me obliguen a dormir.
-¿Y vas a forzarlos a estar abiertos?
- Si, para mirarte solo a ti.
Joseph Kapone
Qué bonito es desnudar tu alma,la mejor prueba de amor,confianza y sinceridad.
ResponderEliminarNo diría que el quitarse la ropa es posesión, es más bien una entrega total, la cúspide de la confianza, verdadera, infinita y sincera para quien ama de verdad.
ResponderEliminarQuizá posesión, sea una palabra demasiado fuerte, el autor pretende conocer el interior más hondo de la mujer que tiene de frente, estoy de acuerdo contigo que desnudarse delante la persona que amas, es una entrega total, el sumun de la confianza, gracias.
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