CAPITULO 10
Había tenido una mañana interesante, se ve que mi querido señor, había dado órdenes a su
personal, para que me dieran trabajo,
aunque la pobre Claudia, o para ser correctos la Sra. Pistelli, se sentía muy
desconcertada, con mi intrusión en su cocina,
pele patatas, limpie guisantes, fregué
la loza y parece que en realizar esas tareas fui más rápida de lo que debía, se
me ordeno limpiar la despensa donde se guardaba todo lo que se recolectaba en
el campo. Cuando estaba en mitad de mi tarea,
Brunella la joven sirvienta, me fue avisar de que el Conde Giacoppo había llegado y yo tenía que servir la mesa, tenía
que cambiarme y adecentarme un poco, según las ordenes de mi señor, al salir
del almacén, le vi asomado a una ventana lateral del Palazzio que le daba toda
la perspectiva, de lo que había estado haciendo, si, sin duda se había
divertido.
En mi cuarto tenía sobre la cama un vestido. Para expresarme
con propiedad estaba entre el vestido de una dama y el de una doncella, el largo
del vestido era más… escaso dejando al descubierto mis tobillos, de acuerdo, le
seguiría el juego.
Claudia había hecho el asado favorito del Conde, por lo que
puede oír era uno de los mejores amigos de Giovany, como un hermano, mientras
ellos hablaban cetca de la chimenea, Brunella y yo pusimos la mesa, en una auxiliar me
pusieron todos los paltos de los que debía componer la comida, que yo iría
sirviendo por orden, el vino y como postre un delicioso tiramisú, me aproxime a
la chimenea;
-Señor, la comida esta lista.- Giovany me escucho.
-Valentina, acércate.- dijo con tono afable, lo hice.-
quiero presentarte al Conde Giacoppo.
-Lucca, ella es la Sta. Valentina Montanari.
El duque hizo una graciosa reverencia, dejando de forma
delicada un beso sobre mi mano. Me sentí incomoda con el gesto, viendo cómo iba
vestida, tuve que dar por sentado que sabía mi historia, para tratarme como una
dama, sonreí contrariada, mire a Giovany, parecía satisfecho con la presentación;
-caballeros, la comida se enfría.- ambos me siguieron a la
mesa.
Fui sirviendo los platos, me apartaba al fondo de la pared,
hasta que los terminaban, la charla entre ellos era animada, de vez en cuando
bajaban el tono y me observaban, la segunda vez que les vi hacer eso, decidí ir
a la cocina al reponer el vino, para no soltarles a la cara que no tenían educación,
de vuelta al salón, he intrigada por la conversación, permanecí más tiempo en
el umbral de la puerta, donde ellos no podían verme, oía hablar a mi señor;
-… creo que por fin he sentado la cabeza, pensaba sin duda alguna
que ella era la adecuada…
-…¿era?
-si Lucca, desde su intento de fuga…
El corazón me dio un vuelco, por poco caigo el vino.
-… reconozco que es solo una niña…
-…!Gio no es ninguna niña! Es deliciosa.
- me refiero que es tan inocente, a pesar de su mal carácter,
que me provoca constantemente, creo que si no se hubiera fugado, le habría pedido
matrimonio en menos de un mes, me siento mal por su castigo , pero creo que
necesita una lección…
Me apoye en el marco de la puerta me temblaban las rodillas.
-…si, amigo, sin duda
ninguna estás enamorado…
Giovany soltó una carcajada;
-… esta mañana la he observado desde la ventana, riéndome
solo como un loco…
-…levántale el castigo.
-…no, ha faltado a mi confianza, la tiene que volver a
recuperar necesito que lo entienda, tu mejor que nadie debería saber que no
soporto las huidas, ya tengo suficientes en mi vida.
Estaba ruborizada de pies a cabeza, me seguían temblando las
piernas, pero tenía que volver a entrar, serví el siguiente plato, el asado,
cuando fui a rellenar las copas, ambos estaban en silencio observándome , como
halcones, me temblaba el pulso, comencé a ver borroso, entre niebla vi como el
vino se derramaba por la mesa;
-¡Valentina!
Giovany me sujeto entre sus brazos, mi cabeza se caía
hacia atrás, en el último segundo antes de perder el conocimiento, percibí un roce de sus labios en los míos.
Luna Soler
Continuara…
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