CAPITULO 7
Sonaron un par de golpes en la puerta;
-Señora, el desayuno.- oí la voz de la sirvienta, caí en la
cuenta de que la puerta estaba cerrada con llave.
-un momento.- respondí mientras me levantaba y me ponía la
bata.
Abrí la puerta y la chica pasó, iba a entornarla, cuando un bastón
de plata me lo impidió, el Duque apareció de la nada;
-buenos días, Sigñora.- observe como me miraba de arriba
abajo, no me había anudado la bata y con la luz del sol el camisón quedaba prácticamente
trasparente, anude la bata al instante, cerrándola hasta el cuello, eso pareció
hacerle gracia.- esta puerta siempre
tiene que estar abierta.- dijo quitando la llave de la cerradura y guardándosela
en el bolsillo.
-¿ y qué pasa con mi intimidad?- dije protestando.- no tenéis derecho.- intente coger la llave de su bolsillo.
Me agarro por la muñecas levantándolas a la altura de mi
cara, la bata se volvió abrir por el gesto, intente soltarme, mientras el
miraba mi cuerpo;
-¡soltarme!-dije chillando.
-no tengo prisa.- declaró volviéndome a mirar.- ¿pensáis de
verdad que por cerrar la puerta con llave estáis más segura?
-soltarme.- dije más bajo, con voz ronca, acerco más su cara
para intimidarme, lo consiguió, pero no se lo iba a dar a demostrar, mi rostro
era puro coraje y enfado, lo único que me delataba era mi respiración.
-bajar cuando terminéis y estéis lista, os espero en el salón,
iremos a recoger vuestras cosas.- ordeno sin más, me soltó las muñecas y giro sobre sí mismo para
bajar al salón.
Fuimos en carruaje a mi casa, yo iba sentara en la parte de atrás
con el Duque, la mañana era fría, no hacía más que tirar hacia arriba de la
manta, que tenía sobre las piernas. No tardamos mucho en llegar, tenía una sensación
extraña, no quería estar allí, le comente al Duque que no quería ningún mueble,
solo mi ropa y mis joyas, dos sirvientas lo metieron todo en dos baúles, mientras
los cerraban, los mire, eran todas mis posesiones.
Salí a la calle necesitaba respirar, sin darme cuenta debí
de bajar de la acera, sentí los cascos de un caballo demasiado cerca, antes de
que reaccionara, el duque tiro de mí, hacia él, me encontré pegada contra su
pecho, viendo como el carruaje pasaba a toda velocidad junto a nosotros. Un segundo
después me levanto la barbilla con el dedo y me miro a la cara;
-¿estáis bien?-dijo en tono dulce.
Asentí con la cabeza, intentando recuperar la compostura, me
faltaba un poco el aire, me acompaño al coche cogiéndome del brazo, subieron
los dos baúles y regresamos al Palazzio;
-venid al salón os daré algo que os haga recuperar el
color.- dijo sin opción a que me negara.
Me tendió una pequeña copa de jerez y él se sirvió un coñac.
-sentaros al lado del fuego y bebéroslo.- no quería reconocerlo
pero me temblaban las rodillas, el calor reconforto mi cuerpo.- creo que deberíamos
tutearnos, mi nombre es Giovany, el vuestro si no me equivoco es Valentina.-
dijo mientras cogía mi mano y depositaba un beso en ella.
En ese momento, supe que tenía que escaparme de allí, lo tendría
que hacer bien, calcular distancias y saber cuándo seria la próxima luna llena,
si me encontraba, pagaría las consecuencias.
Comencé a ganarme la confianza de Giovany, hablábamos más,
podaba sus rosas en el invernadero, mientras el leía allí el periódico, o hacia
que lo leía, mientras me observaba, salíamos a montar a caballo, así reconocí
los caminos y la distancia al pueblo, en dos noches habría luna llena…
Luna Soler
Continuara…
No te aplaudo xq no hay emoticono para hacerlo,pero lo hago mientras t leo.
ResponderEliminarNo pares nunk de hacer esto,conseguir q nuestro corazón se encoja con tus historias
Mil bss
gracias!! con mensajes así es fácil encontrar la inspiración. bs
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