Se durmió pensando en él y despertó con la sensación de estar abrazada a su pecho, sentía su respiración, el calor de su piel, incluso el tacto de sus manos que la aferraban con fuerza, para que no se escapara de ellos, eso es lo que ansiaba, tiempo, largas charlas, mirarse a la cara, hablar de sentimientos, de proyectos, el olor del café la saco de su sueño, el repiqueteo del desayuno encima de la bandeja, el sonido de sus pisadas acercándose a la cama, un buenos días princesa, me devolvió de un sueño del pasado, un pasado ya lejano...
Luna Soler
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