No recuerdo un domingo de lluvia, besándonos en el sofá,
recuerdo tarde de lluvia sin prestar atención al día, tumbados en el sofá, la temperatura cálida de exterior,
nos permite tener las puertas de la terraza abiertas de par en par dejando entrar
la humedad, atardecía, nos habíamos quedado dormidos abrazados a la larga,
cubiertos con una ligera manta, respiro hondo, empezado abrir los ojos, noto
como me besas en el cuello, tu mano por debajo de la manta busca los botones de
mi camisa, es la única prenda que llevo, cuando ya te faltan solo los dos últimos
botones de abajo y tus dedos curiosos rozan mi piel, la anchura del sofá, me
permite darme la vuelta con comodidad y mirarte a los ojos incapaz de resistirme
a besarte los labios, tus manos me atraen hacia ti con fuerza, nos besamos ,
enredando mis dedos en el cabello de tu nuca, me aprietas con más fuerza, te deshaces
de mi camisa, queda despreocupadamente arrugada en el suelo y yo me pierdo en
tus labios, entre tus brazos…
Luna Soler
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