Me sentía sexy, provocadora, tacones altos, el vestido no era
ceñido, pero su forma estilizaba mi cuerpo y dejaba de forma insinuante mi hombro
izquierdo y parte de mi espalda al descubierto, notaba la mirada de alguna de
la gente de la cafetería donde le esperaba, mi estómago se encogió cuando su
dedo acaricio mi hombro y bajo ligeramente por mi espalda;
-estas preciosa, princesa.- dijo mientras seguía bajando si
dedo por mi espalda para verificar lo que ya delataba vagamente la fina tela
del vestido, sonrió, mientras volvía a comportarse con normalidad.
Me beso suavemente los labios, se acercó a mi oído, para
susurrarme;
-me gusta tu olvido.
-no ha sido un olvido, ha sido más bien una provocación.-sentirle
tan cerca hizo que mi cuerpo se tensara, el me volvió a besar, mi cuerpo era
mantequilla entre sus manos.
-¿que estas tomando?- dijo mientras carraspeaba.
-un Martini seco.-hable recolocándome un poco sofocada.
-un Martini seco, por favor.- le pidió al camarero.
-¿que hay para cenar?- dije intentando cambiar de tema…
Luna Soler
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