Sentía que esa mirada decía más de lo que podía verse más a simple vista, sentados en el café, le miraba lo más hondo de su interior, mientras el desplegaba sus barreras e intentaba embaucarme con bonitas palabras relatadas en un orden y empatía perfectos, hasta que el miro dentro de mi, torció ligeramente la boca al sonreír y se dio cuenta de que ya había bajado las barreras, se dejaría conocer tal cual era, iba ser interesante, hacia demasiado tiempo…
Luna Soler
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