El desorden es bueno, al menos en mi, una cama echa, con algo encima que no te dio tiempo a colocar en el último momento.
Sentir el viento en la cara, el viento que revuelve tu melena, tapándote los ojos, que terminas haciendo un moño alto pero esos cabellos cortos que se escapan consiguen seguir jugando con el viento.
Lo que se siente al oír tus propias carcajadas disonantes en un espacio, lleno o vacío, solo lo entendemos las que tenemos una risa especial, que buenos momentos han creado y seguirán creando esas carcajadas, momentos de pura felicidad y libertad, porque lo creáis o no sabemos lo mucho que se oyen esas risas y nos importa poco lo que penséis al oírlas.
Hum el sonido de la lluvia, una buena canción que te remueve el alma o el sonido de las olas, son alguno de mis placeres, forman parte de mi secreta calma, que cada vez necesito más, junto con mi soledad y mi silencio.
Que bien entiendo la frase llorar de alegría, pero vivimos en un mundo, en una sociedad que juzga a la gente que llora de alegría, así que recuerdo momentos muy hermosos en los que normalmente estoy rodeada de gente que quiero , pero a veces toca ocultar esa liberación de sentimientos.
Amor cuando llegas tu, esas mariposas que violentan el estómago, esa mezcla de nervios, deseo, atracción, humedad, temblor, amor, paz, seguridad, tu complementación perfecta, mi lugar.
Luna Soler
Es algo contradictorio la sensación de desorden, pero tus palabras transmiten serenidad. Un abrazo
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