Leyendo esto me doy cuenta de que hoy tengo un domingo así,
de echar de menos y de mas, de estar saturada, volver a echar de menos, de tener ganas de acompañar a
mi soledad, de llorar para limpiar recuerdos que duelen, de escuchar música que
te hace pensar, volver a llorar o
recordar un momento de amor, que aun te pone la carne de gallina y te hace
respirar profundo.
De darte cuenta que a pesar de estar limpia de malos
pensamientos, estas saturada, vacía , sin energía, pero no deprimida, ni
triste, vacía de positividad, de compartirte, necesidad de momento de silencio
propio, revivir caricias, palabras,
abrazos de gente que te quiere, besos en el cuello y aliento entrecortado.
Tardes de domingo de café, tarta y risas, de lluvia, frío y
de vuelta a mi castillo esmeralda,
escuchar la música que se carga los datos del móvil, por que necesitas volver a
revivir caricias prohibidas, prohibidas no, robadas. Mientras que las lágrimas
no se notan porque vuelve a llover, pero como justificar el temblor de la
barbilla.
Up! que hay viene no sé quién que me conoce y la sonrisa vuelve aparecer en
tu cara como cual coraza de mujer fuerte, risueña y carismática, jajaja, perdonar
que me ría, si soy todo eso, además muy inteligente, observadora, con la
sonrisa permanente, nunca nadie (obviando a quien le importas, claro está) pregunta
como estas, eres feliz, no hay miserias en las que indagar.
Después de estos lamentos y confesiones ( mi cara en este
momento, tiene una mueca juguetona, de eh! Cuidado que no quiero, ni lastima, ni
compasión, faltaría más) daros cuenta de que esto solo pasa los domingos,
algunos domingos, toda guerrera necesita un descanso, una ducha poco relajante,
un estrecho y potente abrazo… un apretón de manos para firmar un pacto de no agresión.
Luna Soler
0 comentarios:
Publicar un comentario