¿Cómo sobrevivir al amor? Estar perdidamente
enamorada, hasta límites de hacer y aguantar cosas que creías imposibles.
Darte cuenta que la otra persona
te ama con locura, pero está atada de pies y manos, porque tiene miedo de tomar
decisiones, sin darse cuenta de que la persona que está esperando, se va distanciando, llena de
tristeza y dolor.
Como hacerle ver que al querer
mantener su pasado, por miedo a no tenerlo en las mismas condiciones, cuando
los cambios obligan a cambios y perdidas, ojalan fueran mínimos, con la cobardía
que le da el miedo, se está cargando su futuro.
Incapaz de ver que la persona que
espera, no quiere que decida sin valorar, comprende la situación, solo quiere
que tenga valor, que afronten las dificultades juntos, que valore por igual,
pasado, presente y futuro.
Saber que si no lo hace, la que
espera, no encontrara su lugar, su valor, se verá fuera de la ecuación, tendrá la
fuerza, entre las lágrimas que caen ahora mismo por sus mejillas, de alejarse,
de sobrevivir para respirar, para que salga ese dolor del pecho, ese vacío.
Quizá no era el momento, quizá no
debió enamorarse ¿pero quién manda al corazón, cuando encuentras a la persona? Quien
le dice, no sientas… se te va a escapar de las manos, vas a sufrir, entre dudas
y elecciones, siempre a favor de la misma parte, entre disculpas que empiezan
por… creo, no sé, a mí me gustaría…pero, qué quieres que haga, no voy a, tienes
que entenderlo, no me queda más remedio.
Y de repente el corazón
enamorado, pero lleno de tiritas, empieza a palpitar de forma diferente y te
dice “ahora tú, tu, tu” las excusas y la falta de decisión, crean una fina capa
de protección, que endurece el corazón, una fina capa de hielo que protege del
dolor que te causan.
Y piensas en la vida, pero desde
fuera, no menosprecias la vida que la persona
que amas lleva, que no da más, solo quieres que se dé cuenta, del tiempo, de tu sacrificio, lo que das, lo
que dejas de hacer, lo que no tienes, lo que no puedes compartir con él por su
pasado.
Lo triste es que incluso así es
una gran historia de amor, imaginar lo que podría ser si pudiéramos ser
nosotros al cien por cien, sin un universo que se confabula para ponernos todas
las zancadillas posibles, amores sufridos…
Pd; I love you… mucho, pero no sé
cómo amarte mejor…
Luna Soler
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