La ridícula costumbre de sonreír siempre y el día que no sonríes,
cansas o no tienes razón de peso para no hacerlo, no se entiende porque no lo
haces… molesta, como manejar a alguien que siempre da, sin pensar en recibir, quizá
de vez en cuando se agotan las reservas de tanto dar…
Luna Soler
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