Si, una tarde de lluvia contigo, peli, café, sofá y manta, para terminar adormecidos uno en brazos del otro, que la luz vaya cayendo en el exterior, que nuestras respiraciones suenen acompasadas, hasta que uno de los dos se mueva, para que los dos despertemos, escusa perfecta para buscarte los labios, eso soñaba yo, hasta que me desperté por que me hormigueaba la mano se me había quedado dormida, sonreí maliciosamente, según moví la cabeza vi que te tenía a la altura perfecta, para comerte la boca, decidí comprobar hasta que punto te hacías el dormido, empecé besándote el cuello, besé tu oreja, vi que no te movías, seguí besando tu mejilla, tus ojos, tus manos se fueron directas a mi cintura, apretandome contra ti, deposité un dulce beso en los labios, seguí ahí, en algún momento a tu barbilla, gruñiste de manera sensual, moviste mi cuerpo hasta dejarme encima de ti, te besé con más ganas, gemí, mientras me devorabas la boca, entrelazando los dedos en tu pelo, mientras tu desabrochabas mi vestido, levante los brazos y te deshiciste de el, sin querer que te ayudara, desabroche los botones de tu camisa, te la quitaste, yo estaba entretenida besando tu pecho y desabrochando tus pantalones, me subiste hasta tu cara y volvimos a comernos la boca, bajaste a mi cuello, trague saliva, fuera había oscurecido por completo…
Luna Soler
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