CAPITULO 16
Entre en el salón, me senté en la silla, en la que solía
hacerlo para cenar, pasaron unos minutos, cuando oí sus pasos con fuerza sobre
el suelo, estaba muy nerviosa, nunca me había hablado en ese tono, encima no había
desayunado y se me estaba revolviendo el estómago;
-buenos días, he ordenado que nos traigan el desayuno.- dijo
con tono brusco.
-bien por fin un poco de educación.- mi tono era retador.
Se estaba sentando en su silla y se paró para mirarme
desafiante.
-¿ahora me podéis explicar a que ha venido, el tono con el
que me habéis hablado arriba?
Seguía mirándome, cruzo las piernas y apoyo el brazo en la
mesa.
-¿Quién es el hombre que me disparo anoche, Signora?-
mientras hablaba tenía la sensación de que me estudiaba, como si quisiera ver más
allá.
-ya lo sabéis, es Bruno Baldini, el hermano pequeño de Piero.
-¿podríais decirme, porque me ha disparado?-iba hacer otra
pregunta pero entro el servicio para servir el desayuno.
-no, no lo sé, no he podido aun hablar con él, como queréis
que yo lo sepa…
- no se Signora, quizá porque ha vos no os ha disparado, quizá
estéis de acuerdo con él, quizá queríais desposaros conmigo, para luego matarme
y quedaros con mi dinero.- dijo sin dejar de mirarme.
-¿Cómo os atrevéis?-grite, me levante de la silla y me fui
hacia el-¿todavía no me conocéis? ¿No sabéis lo que siento? ¿Con que clase de gente
habéis vivido la vida, para pensar cosas tan sucias? Yo no soy mi padre, Señor,
os imagináis que para mí fue fácil venirme a vivir a esta casa, en vuestras condiciones,
haciendo caso omiso de lo que se dice de mi.- tome aire.-vos me mantenéis, si pero
lo pagare con mi reputación, porque a vuestra propuesta de ayer, que me importa
nada si sigue en pie, os digo que NO y cuando este contrato finalice, me iré de
Venecia para que no se me trate, como lo que vos permitís, una vulgar
prostituta.- deje de chillarle a la cara para ir rápidamente hacia la escalera,
me volví en el último momento, vi que él se había levantado y me seguía.- ¿no pensáis
que quizá fue esto lo que pensó Bruno? a partir de ahora, se acabó el
tutearnos, los bailes, comer juntos, yo comeré en mi habitación, me da igual si
me dejáis de invitada o me ponéis a
fregar suelos.- apreté la mandíbula, tenía ganar de llorar, la impotencia y la
rabia me podían.- vuestra desconfianza, ha matado mi confianza en vos.
Llego a donde yo estaba, me agarro un brazo, yo intentaba
soltarme para subir a mi habitación, me fue empujando hacia la pared para poder
agarrarme las dos manos a la espalda con
su brazo libre, me puse rígida, cerrando
la boca y tensando la mandíbula.
-por favor Valentina, mírame, por favor, lo siento, lo
siento tanto.- pego su frente a la mía y sentí que su cuerpo temblaba.- te
quiero, no tengo escusa, perdóname por favor.
Comencé a llorar, el me soltó las manos...
Luna Soler
Continuara…
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